jueves, 21 de agosto de 2008

El Rol de Facilitador

Otra nota que extraigo del foro de la Red Iberoamericana de Creatividad...en esta oportunidad es de Elías Álvarez Bueno...

PENSANDO EN RED ACERCA DE MI ROL DE FACILITADOR

Se me ocurrió pensar de manera intencional con mi cerebro izquierdo acerca de mi función de facilitador y vean lo que logré...

Una de las funciones del facilitador es ayudar a la gente a pensar y a pasar de la teoría a la práctica.

Para pasar de las ideas a la práctica se requiere alto grado de autodeterminación.

La palabra es un recurso poderoso para ayudar a otro a lograr alto grado de autodeterminación, porque la palabra crea realidades.

Las realidades, todas, primero fueron imaginaciones o visiones o sueños...

En la caminata para la realización de los sueños uno se encuentra con situaciones que le exigen dar lo máximo de si, a esas situaciones se les llama “situaciones-límite”.

En las “situaciones límite” debemos llenarnos de esperanza.

La actitud esperancista se alcanza después de muchas inversiones.

Muchos facilitadores, formadores, escritores, líderes, padres, pastores, caudillos, se hacen la siguiente pregunta: ¿en qué debemos invertir más, en predicar la verdad o en dar ejemplo?

Predicar la verdad y dar ejemplo son dos procesos claves para construir socialidad, que se me ocurre definirla como estar el uno con el otro (no contra el otro), actuar el uno para el otro (en vez de actuar con egoísmo)

Al hablar de la socialidad, es necesario tener en cuenta los límites. Los límites me dicen hasta dónde llegan mis derechos y dónde empiezan los del otro.

Para vivir feliz y ser significativo dentro de mis propios límites, yo debo tener alto grado de autogestión..

Yo logro más autogestión si tengo, encuentro o construyo más alternativas.

Muchas veces las alternativas hay que pactarlas con otros; para lograr buenos pactos es indispensable dominar el arte de la negociación.

El arte de negociar es el arte de poner el esquema “a nuestra manera” en vez del esquema “a mi manera”; esto supone una fuerte voluntad de cambio, que es difícil de adquirir.

Se necesita mucho conocimiento de la psicología individual y de los grupos para colectivizar el cambio; una de las maneras de colectivizarlo es haciendo encuentros grupales.

¿Y el cambio para qué? Hay muchas respuestas a esta pregunta; para pasar de personas comunes y corrientes a personas de alto desempeño.

Tener personas y grupos de alto desempeño es un anhelo muy generalizado en las instituciones; una persona llega a ser de alto desempeño después de prolongados y disciplinados entrenamientos; es indispensable saber cuáles son las características que debe tener un buen proceso de entrenamiento.

Para lograr buenos procesos de entrenamiento es indispensable saber cuáles son los estilos de aprendizaje y tenerlos en cuenta en dichos procesos.

Si sigo tejiendo esta red, no termino; por ahora hagamos un alto.

Cordialmente,

ELIAS ALVAREZ BUENO

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